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Transformando las Realidades de Familias Campesinas de los Distritos 6 y 7 de Sucre (Bolivia). IPTK

Durante más de 47 años, el Instituto Politécnico Tomás Katari (IPTK) ha estado comprometido con la reducción de la pobreza estructural en los departamentos de Chuquisaca y Potosí. Su enfoque se basa en el servicio social, la solución de problemas cotidianos y la búsqueda de cambios para transformar realidades de pobreza, discriminación y exclusión. En los distritos 6 y 7 del Municipio de Sucre, el IPTK ha implementado proyectos con financiamiento del Gobierno de Navarra y TAU Fundazioa, dirigidos a familias campesinas para mejorar la seguridad alimentaria, implementar tecnologías apropiadas y desarrollar capacidades con enfoque de género.

Las estadísticas socio económicas del país, dan cuenta que el Departamento de Chuquisaca se encuentra en una de las regiones más pobres de Bolivia.  El Municipio de Sucre, que es parte del Departamento, no está exento de esta realidad social y económica, tratándose aún mas de la población rural que habita en el Distrito 6 y 7, donde la situación de pobreza se ha venido agudizando por factores tales como el cambio climático, la cuarentena sanitaria y sus consecuencias en el factor productivo, los conflictos políticos.

Entre 2017 y 2019, se llevaron a cabo diversas actividades orientadas a mejorar la producción agroecológica, fortalecer las asociaciones económicas productivas, incrementar las capacidades comerciales y de marketing, y promover la equidad de género y la resiliencia ante el cambio climático en Sucre.

1. Formación en agroecología

Entre ellas, se organizaron talleres de Fortalecimiento en Producción Agroecológica para las familias productoras enfocados en innovaciones tecnológicas, manejo integrado de plagas y enfermedades, riego tecnificado, y prácticas de cosecha y poscosecha. Estos talleres incluyeron medidas de mitigación y adaptación al cambio climático y el cuidado del medio ambiente.

Además, se otorgó un acompañamiento continuo a la producción agroecológica de cultivos agrícolas, hortalizas y frutales, y se implementaron sistemas de riego por goteo y aspersión en las parcelas de producción.

Dentro los impactos generados se ha disminuido la desnutrición crónica infantil en un 4% y se dispone de información confiable y desagregada por sexo del estado nutricional de los y las menores de 5 años de los centros de salud.

2. Producción y transformación

Se instalaron cocinas mejoradas y sistemas de riego, además de la construcción y refacción de centros de producción y equipamiento de las asociaciones económicas productivas.

Los talleres para mejorar los procesos de producción y transformación artesanal, textil, hortofrutícola, panadería-repostería, y apicultura, enfocándose en la calidad de los productos y su orientación al mercado y desayuno escolar marcaron una diferencia en cuanto a la economía familiar.

Con el fin de poder comercializar legalmente los productos, se llevaron a cabo estudios bromatológicos y de salubridad de los productos transformados para garantizar su calidad y seguridad.

Gracias a estas actividades, se logró un aumento significativo en la producción agrícola, con un incremento del 58,1% y se diversificó la dieta de las familias beneficiarias con productos hortícolas y frutícolas, lo que contribuyó a mejorar los hábitos alimentarios y nutricionales, especialmente como medida preventiva contra el COVID-19.

172 mujeres y 39 varones productoras/es pertenecientes a 12 asociaciones económicas productivas han mejorado sus ingresos económicos en un 30% (de 1.300 bs. a 1.690 bs. /mes) por la venta de sus productos agroecológicos primarios y transformados con valor agregado, permitiendo la incorporación de las mujeres en el ámbito económico y social, y la aplicación de medidas preventivas contra el COVID-19

3. Fortalecimiento organización

También se fortaleció el funcionamiento legal de las asociaciones económicas productivas y se actualizaron los planes de negocio, incluyendo asesoramiento en costos de producción y estrategias de venta.

Además, se impartieron talleres de marketing, imagen corporativa y estrategia de comercialización. También se realizó un estudio de mercado y marketing, y se organizaron ferias distritales y municipales en colaboración con el gobierno local.

Se registró un incremento significativo en los ingresos económicos de las familias beneficiarias, con un aumento del 59,8% a través de la venta de productos agroecológicos.

4. Incidencia política y equidad de género

Se promovieron reuniones interinstitucionales para coordinar y validar propuestas de desarrollo económico local con enfoque de género. También se reforzaron los conocimientos de las mujeres líderes sobre sus derechos y se llevaron a cabo talleres de masculinidades y encuentros de reflexión para los varones.

Se logro el establecimiento y funcionamiento del espacio de concertación entre actores institucionales, organizaciones sociales y mujeres lideresas locales para el seguimiento, gestión e incidencia con propuestas de soberanía alimentaria, desarrollo económico local con equidad de género, medidas de recuperación y prevención contra el COVID-19 ante el gobierno municipal de Sucre.

El 50% de 287 varones participantes han promovido la equidad de género en sus comunidades, generando cambios de comportamiento para disminuir la inequidad de género y el ejercicio de los derechos de las mujeres.

Estas actividades contribuyeron significativamente al empoderamiento económico y político de las mujeres, al incremento de la producción agrícola y la diversificación alimentaria, a la mejora de la calidad de vida de las 350 familias beneficiarias asentadas en 18 comunidades de los distrtiso 6 y 7 del municipio de Sucre, y al fortalecimiento de las capacidades organizativas y comerciales de las 12 asociaciones económicas productivas de mujeres y mixtas.

5. Estas son las lecciones aprendidas del proceso:

- Sincronización y participación: La experiencia del IPTK y las necesidades de la población objetivo generaron una propuesta participativa y de responsabilidad compartida con actores y autoridades locales.

- Fase 1 y éxito: La experiencia de la fase 1 permitió avances significativos en empoderamiento, apropiación, autogestión, con enfoque de género, interculturalidad, sostenibilidad, resiliencia y pertinencia.

- Coordinación interinstitucional: El éxito se debió a la coordinación entre dirigentes comunales, subcentrales, gobiernos departamentales y municipales, y subalcaldes, generando empatía y propósitos comunes.

- Capacitación y prácticas productivas: Talleres de capacitación y prácticas adecuadas fortalecieron capacidades productivas. La producción agroecológica, con abonos orgánicos y control fitosanitario, fue clave para obtener certificación.

- Uso eficiente del agua: Ante el cambio climático y sequías, el uso eficiente del agua se volvió una estrategia crucial.

- Cocinas mejoradas: La construcción de cocinas mejoradas benefició a 45 familias, reduciendo el tiempo de cocción y mejorando la salud al disminuir el uso de leña y el hollín.

- Ferias y destrezas: La participación en ferias permitió a los asociados adquirir destrezas de consensuación y coordinación con instituciones.

- Políticas públicas: Las políticas públicas de promoción de productores locales, amparadas en normativas nacionales y locales, permiten a las organizaciones exigir el desarrollo de eventos.